Claves para evitar el fracaso escolar

CLAVES PARA EVITAR EL FRACASO ESCOLAR

Comenzaré esta nueva entrada haciendo un apunte: No existe el “fracaso escolar del niño”. El niño no tiene fracaso escolar. El niño sufre a consecuencia del “fracaso escolar”, pero no lo difunde, provoca o crea. Sufre consecuencias del fracaso de alguna acción educativa.

En todo caso, decimos que el niño sufre “fracaso escolar” cuando este no alcanza los objetivos académicos mínimos propuestos para su nivel escolar.

Las causas que pueden ocasionar este fracaso pueden ser múltiples. Las más reseñables son los trastornos de aprendizaje y los trastornos emocionales, sin embargo, también puede ser debido a malos hábitos de estudio, problemas en el contexto familiar, etc.

Los padres tenéis el papel fundamental como motivadores de vuestros hijos. Un niño que crece en un ambiente familiar con un clima de afecto, dónde se da importancia a los valores culturales y se transmite interés por el conocimiento general; dónde se respetan las instituciones educativas y se admira la función del docente, va a ser mucho más difícil que el niño llegue a sufrir las consecuencias del fracaso escolar.

Desde la Psicología Educativa se trabaja desde un primer momento, buscando cual es la dificultad qué está ocasionando ese fracaso escolar.

Las dificultades más frecuentes son:

“El niño que no se concentra”. Un niño distraído, que no consigue aguantar la concentración por mucho tiempo, no presta atención, y además, en ocasiones, es un niño “movido”. Es lo que conoceríamos como un niño con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

“El niño que no tiene motivaciones”. La motivación es aquello que nos impulsa a hacer cosas. Los niños no nacen motivados. Las desmotivaciones son a causa de algo y el hecho de que se motiven o no depende de los aprendizajes que les inculquemos.

“Trastornos específicos de aprendizaje”. En este sentido el objetivo será que el niño aprenda a superar esas dificultades. La planificación educativa deberá ser lo más correcta posible.

“El niño deprimido”. Si hay cambios emocionales recientemente en la vida del niño habrá que valorar dichos cambios.

“El niño que repite curso”. Habrá que detectar las dificultades reales del niño y si es correcto que repita curso, solo si este no ha alcanzado los objetivos de los contenidos de ese mismo curso.

Sin duda existen muchas más dificultades pero exponerlas todas aquí sería demasiada información y creo que lo que podéis esperar de este artículo es que os conteste a esta pregunta, ¿cómo padre o madre qué hago para evitar que mi hijo sufra “fracaso escolar”?

Cómo evitamos el fracaso escolar.

Os dejo una serie de recomendaciones y/u orientaciones sobre cómo prevenir el fracaso escolar desde la familia:

  • Implícate en las actividades escolares. Tu hijo debe percibir tu verdadero interés por la educación, el conocimiento y el saber.
  • Mantén el contacto con sus profesores. Ellos podrán indicarte cuáles son sus avances y sus retrocesos, así como ayudarte a detectar cual es la dificultad específica que tiene tu hijo.
  • Reconoce y acepta que tu hijo tiene dificultades. Estudia el problema, localiza dónde falla el proceso educativo y pon los medios necesarios para solucionarlo.
  • Ante el fracaso escolar, no valores a tu hijo solo por las notas obtenidas en el colegio; estima también sus actitudes, esfuerzos y valores personales. No le compare con otros compañeros y no le haga sentir inútil.
  • Antes de decidir, habla con el niño para saber cuál es el problema y qué tipo de ayuda puedes ofrecerle.
  • Muestra predisposición y atiende a sus necesidades y preguntas en casa, pero no le hagas los deberes.
  • El tiempo libre de su hijo debe ser a la vez recreativo y productivo.
  • Valore sus logros educativos, por pequeños que sean.
  • Concédale a su hijo la posibilidad de tomar sus propias decisiones, y asumir responsabilidades acordes a su edad.
  • Sé coherente. Si tu hijo ve leer en su casa y tú compartes con el tus intereses por la lectura será más fácil despertar el deseo por aprender.
  • No amenaces ni castigues. Apuesta, sobre todo, por la estimulación.
  • Enseña a tus hijos a estudiar, el estudio requiere sus técnicas.
  • Explícale que no debe desanimarse, hay que ser constante y buscar alternativas.
  • Evita transmitir mensajes negativos del tipo “eres un mal estudiante”, porque puede llegar a creérselos y bloquear su desarrollo posterior.

 

Por supuesto, si aún con estas orientaciones, tu hijo presenta dificultades específicas que van más allá y necesitas una ayuda externa de un profesional en Zensya estaré encantada de atenderos para mejorar el rendimiento escolar de vuestro hijo. Buscaremos cuales son las dificultades concretas que están impidiendo progresar a vuestro hijo y diseñaremos juntos un plan acorde a sus necesidades.

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Jessica Cabeza

Psicóloga

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