Es una patología muy frecuente en consulta ya que es la causa más común de dolor en el talón en personas adultas.
Es un síndrome degenerativo de la fascia plantar en su parte central, en concreto en la zona de su inserción en el calcáneo.
Actualmente los términos más aceptados son “fascitis plantar” para referirse a una fase inflamatoria aguda y “fasciosis plantar” para referirse a una degeneración crónica.
SIGNOS Y SÍNTOMAS
Los principales síntomas son dolor e inflamación a veces incapacitantes. El dolor suele manifestarse sobre todo en la base del talón. Se exacerba con la flexión dorsal de los dedos y al ponerse de puntillas, pudiendo irradiarse a los dedos. Suele ser más agudo en los primeros pasos de la mañana y después de periodos de descanso o inactividad física y tiende a disminuir tras un tiempo caminando.
EPIDEMIOLOGÍA Y ETIOLOGÍA
El mecanismo etiológico más aceptado de la fascia plantar es la consecuencia de microtraumatismos de repetición en la inserción de la fascia, siendo más probable a partir de los 40 años de edad, ya que la capa de grasa que recubre el calcáneo se empieza a deshidratar y atrofiar, que junto con la pérdida de tejido elástico y colágeno disminuyen la capacidad de absorber impactos. La etiología es multifactorial, aunque habitualmente se atribuye a la sobrecarga mecánica.
Es muy común en corredores de todos los niveles. Aunque también en deportistas en general, ya que la carga durante la carrera o los diferentes gestos deportivos es mucho más elevada que fuera de estas circunstancias. El exceso de entrenamiento y la fatiga están relacionados directamente con la aparición de la fascitis. Cuanta más intensidad y más carga, más tensión sufre la fascia, por lo que es más fácil que aparezca.
También es muy frecuente en personas con profesiones que requieran estar mucho tiempo en de pie y/o con carga de peso. Caminar por superficies duras o el uso de calzado inadecuado también facilitan la aparición de fascitis.
Otros factores desencadenantes de esta patología son el sobrepeso y el sedentarismo.
La fascia es la estructura principal encargada de soportar y mantener el arco plantar. Patologías biomecánicas como pueden ser pies planos, con excesiva distensión de la fascia o pies cavos con excesiva tracción de la misma son causantes de esta patología.
DIAGNÓSTICO
Para la realización de un buen diagnóstico será imprescindible basarse en la historia clínica del paciente. Constará siempre de un examen clínico. Pueden utilizarse pruebas complementarias como la radiografía, la ecografía o la resonancia, aunque en el caso de la rx solo nos serviría para confirmar la presencia de un espolón (que no siempre provoca dolor ni es el causante de la fascitis) o para descartar fracturas.
El diagnóstico diferencial es fundamental, debe diferenciarse de patologías como fracturas de calcáneo, tendinitis aquílea, atrapamiento nervioso o atrofia de la grasa plantar.
En el próximo post hablaré de los tratamientos para la fascitis plantar.
Regina Beltrán. Podóloga