STOP a la Fisioterapia pasiva

STOP  a la Fisioterapia pasiva

Para empezar este artículo, os voy a citar una definición de fisioterapia que siempre me ha encantado.

“La fisioterapia es aquella pasión de crear movimiento con la mente, con el cuerpo y fundamentalmente con el corazón.”

Como bien dice esta cita la herramienta principal de un fisioterapeuta es el movimiento. Pero durante la evolución de esta profesión, hemos visto grandes cambios, desde una visión de fisioterapia paternalista a una fisioterapia activa.

Para centrarnos en el asunto, hablaríamos de una fisioterapia pasiva o paternalista, en el cual el paciente hace responsable de su recuperación al profesional. Éste le realizará distintas técnicas pasivas (masaje, distintas terapias manuales, punción seca, vendajes,…) y el paciente no se implica en su propia recuperación. Sin embargo, cuando hablamos de una fisioterapia activa, el paciente sería el principal responsable de su recuperación. Evidentemente, las técnicas pasivas seguirían siendo un porcentaje importante en su rehabilitación, pero en este caso el mayor porcentaje de su recuperación, sería su implicación activa en la terapia.

 

¿Por qué es importante la implicación del paciente en la terapia?

Volviendo al tema antes comentado, el movimiento es clave para la recuperación de un paciente. En el caso de esta visión más activa de la fisioterapia, no solo intentaríamos devolver al cuerpo esa movilidad de la que ha sido privada, sino que enseñamos al paciente herramientas para potenciar dicho resultado.

En este caso, el movimiento lo pautaremos a través de un programa de ejercicio terapéutico adaptado a cada paciente y a sus lesiones. De esta manera, nuestros pacientes aprenden en consulta que ejercicios pueden favorecer su recuperación y que gestos o hábitos de vida pueden ser perjudiciales para ella.

 

¿Qué beneficios aporta el ejercicio?

fisioterapia pasiva

 

Simplemente, cualquier actividad física provoca beneficios a corto, medio y largo plazo en nuestra salud.

  • Obtienes una progresión sobre la fuerza y resistencia física, mejorando así la capacidad cardiovascular.
  • Favorece a la oxigenación y eliminación de toxinas en el organismo.
  • Provoca una mejora del tono y resistencia muscular, mejora la movilidad articular y aumenta la flexibilidad de los tejidos corporales.
  • Aumenta la coordinación y el equilibrio.
  • Enriquece la postura y los patrones de movimiento.
  • Mejora el estado psico-emocional, ya que nos sirve como evasión del estrés, y la tensión diaria. Nos ayuda a mejorar nuestra capacidad de concentración y percepción.

Evidentemente, no solo el ejercicio es la clave, necesitamos que el paciente integre cambios en sus hábitos de vida. Está más que estudiado, que existen multitud de factores que intervienen en las lesiones del paciente, como el estrés, la alimentación, el sedentarismo, etc. Por lo que debemos orientar al paciente para mejorar su estilo de vida a través de un tratamiento holístico.

fisioterapia pasiva

 

En conclusión, necesitamos el compromiso y la responsabilidad del propio paciente hacia su lesión. Ya que si al realizar un tratamiento fisioterápico, podemos mejorar el cuadro clínico del paciente; con un implicación del paciente ante su dolor, y por consiguiente en el conocimiento de su lesión y lo que puede realizar en su vida diaria, conseguiríamos una mayor porcentaje de éxito en la recuperación y mantenimiento de su salud, así como la prevención de posibles recidivas o de la aparición de futuras lesiones.

Si os ha gustado esta información, podéis descubrir el resto de artículos sobre fisioterapia en nuestra web o directamente en el siguiente enlace: http://bit.ly/Zensya-Fisioterapia

Mª Carmen Sobrino 

Fisioterapeuta e Instructora de pilates

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